Estamos en la época de la “economía del conocimiento”, donde la creación de valor se da no sólo en la acumulación de experiencias y de aprendizajes sino también en su sistematización y movilización a través de mecanismos que permitan su expansión y promoción. La ruta que nos conducirá hacia un mundo sostenible es, sin dudas, cambiante, y se crea y se construye en el día a día.
Ante este escenario, podemos afirmar que la Sustentabilidad se ha tornado un verdadero desafío para las empresas del siglo XXI, la generación de valor en la triple cuenta y la mirada que los empresarios deben volcar sobre las comunidades a su alrededor en un mundo global trasciende y complementa la creación de valor económico e invita a las empresas a construir caminos de acuerdo con su propio carisma, identidad corporativa y visión. Por otro lado, nos encontramos que para lograr la tan deseada Sostenibilidad se requiere de un enfoque multisectorial que incluya a la política pública, las innovaciones de mercado e iniciativas voluntarias de los consumidores.